¡Qué lejos llegarás!
¡Enhorabuena!
Hoy es tu gran día.
¡Conocerás
maravillosos lugares!
¡Hoy saldrás de travesía!
Con los sesos de tu
cabeza y los pies de tus zapatos,
elegirás con certeza
la dirección de tus pasos.
Irás solo. Y cuentas
con todo tu arte.
Y TÚ decidirás hacia
dónde encaminarte.
Verás calles arriba y
abajo.
Examínalas con
cuidado.
En algunas dirás: “No
quiero ir hacia ese lado”
Con la cabeza llena
de sesos y los zapatos llenos de pies,
no serás tan tonto de
tirar hacia donde no es.
Y puede que no haya
ninguna por la que te quieras aventurar.
En ese caso sin duda
alguna,
saldrás directamente
de la ciudad.
Es mucho más abierto
y corre un airecillo fresco.
Ahí fuera por
fortuna, ocurren cosas al tuntún
a gente tan sesuda y
zancuda como tú.
Y cuando las cosas
empiecen a cambiar,
no te preocupes. No
te achantes.
Tú sigue para
adelante.
Y también empezarás a
cambiar.
¡AH, QUÉ LEJOS
LLEGARÁS!
¡Subirás como la
espuma!
¡Verás preciosas
cumbres!
Serás de los que apuntan tan alto como las nubes.
Como llevas
velocidad, no te quedarás atrás.
Te pondrás a la
cabeza y pronto destacarás.
Vueles donde vueles,
serás siempre un campeón.
Vayas donde vayas,
nunca serás del montón.
Pero no siempre lo
harás.
Porque a veces, no
podrás.
Por desgracia, me
temo,
y te lo quiero decir,
que los pinchazos y
batacazos
te pueden suceder a
ti.
Tal vez te quedes
colgado de una rama enzarzada.
Los demás se alejarán
volando.
Y te dejarán en la
estacada.
Conseguirás salir del
lío pegándote un buen porrazo.
Y te sentirás, no me
río, desanimado y cabizbajo.
No resultará
divertido continuar así, abatido.
Salir de ese estado,
es sabido,
que no será pan
comido.
Llegarás a un sitio
donde las calles no estén señalizadas.
Habrá luz en algunas
ventanas.
Pero la mayoría
estarán apagadas.
¡Un sitio donde te
puedes partir el codo y el dedo pulgar!
¿Te quedarás fuera?
¿Te atreverás a entrar?
¿Qué puedes perder?
¿Qué puedes ganar?
Y si entras, ¿irás
ala derecha o a la izquierda? Di algo…
¿A la derecha y
cuarto y mitad?
¿Ni tanto ni tan
calvo?
¿O darás la vuelta
entera y te escurrirás por debajo?
Me temo que
entenderás perfectamente
que no es fácil
decidir decididamente.
La confusión será tal
que te pondrás a deambular
por tortuosas calles
corriendo sin parar.
Y atravesarás parajes
de una extraña belleza sin par
para llegar, me temo,
a un lugar que debes evitar.
El lugar donde
espera…
…la gente que
desespera.
Espera a que el tren
salga de la estación,
a que venga el bus, a
que despegue el avión,
a que llegue una
carta,
a que caiga el
chaparrón,
a que suene el
teléfono,
a que nieve un
montón.
O espera dando
vueltas por un Sí o un No,
o espera a que le
crezca pelo en el mentón.
Gente que espera y
desespera.
Espera a que pique el
pez,
o a volar la cometa
de una vez,
o al último viernes
de cada mes,
o tal vez espera a su
tía Inés.
O una oportunidad, o
a que hierva el té,
o un collar de
perlas, o un pantalón,
o una peluca de
rizos, o una mejor ocasión.
No hace más que
esperar.
¡No! ¡Tú no eres de
esa manera!
De algún modo
escaparás
del acomodo y la espera.
Encontrarás fiestas
brillantes
donde haya músicos
desternillantes.
¡A bandera batiente
retornarás sobre un elefante!
Listo para lo que se
ponga delante,
¡porque eres uno de
los más valientes!
¡Ah que lejos
llegarás!
¡Qué bien lo pasarás!
Muchos tantos te
apuntarás.
Y muchos torneos
ganarás.
Y con ese toquecillo
mágico en tu forma de jugar,
serás el triunfador
más triunfante del lugar.
¡Fama!
Serás todo lo famoso
que se pueda ser
Y el mundo entero por
la televisión te querrá ver.
Pero no siempre lo
harán.
Porque, a veces, no
podrán.
Algunas veces me
temo, jugarás solo contigo.
Y no podrás ganar el
juego,
Pues serás tu propio
enemigo.
¡Solo!
Te guste o no,
Te aseguro que te
sentirás solo a menudo.
Y cuando estés solo,
me temo, que algunas cosas te darán canguelo.
Seguir por el camino
hasta el final
te asustará tanto que
no querrás ni mirar.
Pero seguirás
adelante con un tiempo horripilante.
Seguirás tu camino
aunque aceche el enemigo.
Seguirás avanzando
con los Hakken-Kraks aullando.
Seguirás adelante por
peligrosas corrientes
aunque te duelan las
manos y te mojes hasta los dientes.
Escalarás más y más.
Llegarás a alturas
que marean
y te enfrentarás a
tus problemas cualesquiera que sean.
También acabarás
confundido, eso dalo por sentado.
Acabarás confundido
entre tanto bicho raro.
Así que mide bien
cada paso.
Pisa con tacto y con
brío
y recuerda que la
vida es cuestión de equilibrio.
No te olvides de ser
ágil y resuelto.
Y nunca confundas el
pie derecho con el izquierdo.
¿Y tendrás éxito?
¡Sí! ¡Prometido!
¿98 y tres cuartos
garantizado?
CHICO, ¡MOVERÁS
MONTAÑAS!
Asi que…
Te llames Buxbaum o
Bixby o Barría o Mordecai O0Shea o Ali Van Allen,
¡Conocerás
maravillosos lugares!
¡Hoy es tu gran día!
La montaña te espera.
¡A por ella!